Los Toquis Sangrientos

A principios del Siglo XVI, se iba a producir el choque entre dos mundos, el del conocimiento de uno de los imperios europeos más grande de la época, el español contra el del guerrero araucano que vivía anclado en un tiempo perdido, vírgenes de cualquier contacto con civilización alguna en tierras lejanas de un continente recientemente descubierto. La narración comienza en el año 1536 cuando la expedición de conquistadores con Diego de Almagro a la cabeza, se dirige hacia un remoto y poco apreciado territorio, con sus primeros enfrentamientos en los valles centrales contra el Toqui Michimalonco, hasta el cese momentáneo de la guerra en los territorios de más al sur del rio Biobío acordado de facto en el año 1560 entre el gobierno de García Hurtado de Mendoza y el lonco Colocolo. La novela transcurre en veinticinco años, un cuarto de siglo de cruentas batallas entre españoles e indígenas en la colonia más alejada y pobre del Nuevo Mundo recientemente descubierto. Michimalonco, Diego de Almagro, Lautaro, Pedro de Valdivia, Caupolicán, Inés Suarez; Ainavillo, García Hurtado de Mendoza, Galvarino... larga lista de ilustres figuras que desempeñarían un papel fundamental en una época heroica y clave para la formación de nuestra identidad, que son los personajes centrales de esta historia. 

La novela relata desde los iniciales enfrentamiento entre los conquistadores españoles contra los indígenas picunches, sin duda, los albores de la Guerra de Arauco, capítulo repletos de hitos memorables, como el regreso de los “rotosos de Chile” de la expedición de Diego de Almagro, como también, la quema y destrucción de la ciudad de Santiago. Continúa la narración con la primera etapa de La Guerra de Arauco, la época más sangrienta, conflicto que finaliza a finales del siglo XIX, trescientos años después, donde se distinguen varios periodos de cruentas batallas seguidos con extensas épocas de paz y de profunda socialización entre las partes, con esporádicas revueltas y levantamientos. Fueron tres siglos de una guerra con un altísimo costo en vidas, donde murieron en combate más de cien mil guerreros araucanos y veinte mil españoles, siendo por ello denominado Chile como “la Flandes indiana”, por la semejanza de lo largo de este conflicto con el que enfrentó al Rey Felipe II contra los Países Bajos por varias décadas y por las grandes pérdidas de soldados españoles que ambas guerras ocasionaron a la corona. Aquella primera parte de la guerra finaliza en el año 1560 con el cese al fuego alcanzado por medio de una frágil tregua que ambos bandos se vieron forzados a convenir para llevar adelante sus particulares intereses del momento, para después poder continuar con el desarrollo del conflicto. Es este el período que los libros de historia recuerdan y relatan con mayor fruición, repleto de narraciones que plasman la bravura sin límite del primitivo pueblo de los araucanos en su enfrentamiento con el poderoso imperio español y que esta novela histórica hace nuevamente revivir.