Un par de horas antes de sentarme a escribir esta columna tuve la suerte de estar compartiendo con la famosa escritora española Julia Navarro, autora de los grandes best sellers Dime Quién Soy, Dispara yo ya Estoy Muerto y su más reciente novela De Ninguna Parte.
Con Julia estuve dos veces el día de hoy, primero en BROS APUMANQUE y luego en BROS ALONSO. Hace poco más de un año estuve también con ella en la feria del libro de España LIBER, donde me la encontré por casualidad y me regaló su libro firmado, recuerdo que atesoro con gran cariño.
Cuento esto porque, además de ser un tremendo honor y una gran alegría para mí poder conocer a las autoras y autores que tanto admiro (ya sea pos sus libros, por su pasión, por su talento, por su valentía... ¡por tantas cosas!), no deja de impresionarme y alucinarme lo mucho que ayudan los libros y la cultura en abrir puertas a esta gente maravillosa. Y ojo, no estoy hablando solo de las escritoras y escritores que están detrás de los libros, sino que de tanta gente como uno que también ama los libros y comparte esta pasión, gente con quienes he descubierto lo fácil que es crear un vínculo muy rico y gratificante a nivel humano.
En una época donde todo tiende a lo digital y la conexión humana es cada vez más robotizada, tener acceso a esta posibilidad de conexión con gente de intereses comunes, y más aún, con quienes están detrás de los libros que tanto disfrutamos, es como un sueño.
Hoy fue Julia Navarro. En el pasado han sido otros tantos (cientos tal vez) autores y autoras, algunos que están empezando, otros de fama mundial. Personas que en el fondo son normales, como cualquier otro, pero que tienen esa cosa adicional que los hace diferentes (y admirados por quienes amamos los libros): haber creado un libro.
El libro me ha abierto muchas puertas. Muchas más de las que puedo contar y sin duda muchas más de las que me habría imaginado.
La cultura finalmente es eso. Es una puerta que no solamente nos permite adentrarnos a las mentes de sus creadoras y creadores, sino que también nos deja entrar a este mundo donde podemos encontrarnos con tantos otros como nosotros que se aventuraron en cruzar el umbral y se permiten disfrutarlo.
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Fabio Costa C.